Sin lugar a dudas el trípode es uno de los accesorios principales con el cual tiene que contar todo fotógrafo y que no debería faltar en nuestro equipo, especialmente si practicas disciplinas como fotografías nocturnas, paisajes o larga exposición. ¿Que aún no tienes trípode o el tuyo ya está «muriendo»? No pasa nada, en DUKE Fotografía tenemos una gran variedad y al mejor precio garantizado, mira aquí.
Elegir el trípode que mejor nos convenga es importante, pero no lo es menos el saber cómo utilizarlo correctamente para conseguir unas fotografías de 10. A simple vista el uso de un trípode puede parecer algo chupado, pero aún así, existe una serie de errores que se suelen cometer haciendo que los resultados no sean los esperados. Por ello, te vamos a comentar algunos tips que harán que la estabilidad de tu trípode sea la idónea, ¡nos lo agradecerás!
El peso, un elemento muy importante

Aunque tu trípode se vea robusto y creas que todo lo puede soportar, amigo siento decirte que no es así, la carga que puede soportar es un factor vital que pone en juego la integridad de nuestra cámara y el objetivo que llevemos montado en ese instante. Con esto no solo nos referimos al peso que aguantan las patas, sino también al que puede llegar a soportar la rótula.
La primera cosa que debemos verificar antes de montar nuestro equipo en el trípode es la «carga útil» del mismo. Este valor nos informa del peso máximo que puede soportar el conjunto de trípode y rótula, siempre vendrá definido en las instrucciones del producto (y si no, podremos consultarlo en la web del fabricante).
El anclaje de las patas, asignatura pendiente

Seguro que ya conocerás, que la gran mayoría de los trípodes suelen finalizar sus patas en unos pequeños pies que generalmente son de goma. Estos están pensados y concebidos para una gran mayoría de terrenos, sin embargo, en terrenos blandos (como por ejemplo césped), este acabado no sea ni el más seguro ni el mejor preparado en estabilidad para nuestro trípode. Desde DUKE Fotografía te aconsejamos que si esto es así, intentes quitar la protección de goma de los pies del trípode (con mucho cuidado de no romper nada). Es posible que tu trípode debajo de estas gomas, tenga unas terminaciones puntiagudas diseñadas para trabajar en terrenos más blandos o de menos estabilidad.
De todas maneras, sea el terreno y los pies de nuestro trípode los que sean, es siempre muy importante que el trípode esté perfectamente asentado al suele sin posibilidad de que los pies se muevan accidentalmente.
Las patas siempre en el orden correcto

Como ya es de saber, los trípodes tienen su patas plegadas en varias secciones (depende del tamaño del trípode) de mayor a menor grosor. Y aunque parezca un detalle de poca importancia, es muy importante extenderlas en el siguiente orden: primero las más gruesas y finalmente las más finas. Así estaremos apoyando siempre el peso de nuestra cámara en las patas más robustas, asegurando la mayor estabilidad de nuestra cámara.
Si tu trípode tiene gancho, úsalo

Muchos de los trípodes que vendemos en DUKE Fotografía vienen con un gancho incorporado en la parte inferior de la columna central del trípode. Este gancho (por si aún no lo sabías), está diseñado para colgar un peso con el que aportar al conjunto una mayor estabilidad y firmeza. Sobra decir, que no es necesario con cargar con ningún objeto pesado adicional a nuestro equipo, con colgar nuestra mochila fotográfica bastará para utilizarlo como contrapeso.
Este pequeño elemento de nuestro trípode nos será de mucha utilidad si nos encontramos fotografiando en entornos donde la meteorología no acompaña o donde existen vibraciones (un lugar con mucho tráfico rodado, por ejemplo)
Los cierres no se fuerzan

Existen muchos tipos de trípodes de mayor y menor calidad con cierres de diferentes tipos, pero los más habitual es encontrarnos en el mercado cerraduras que funcionan con tornillo o rosca. La forma de apretar o aflojar estos es enroscando o desenroscando las llaves.
Es importante siempre asegurarnos de que estos elementos queden bien apretados para que nada varía durante la toma fotográfica, pero hay que tener mucho cuidado de no apretarlos en exceso ya que estos, a largo plazo y con el uso, pueden acabar causándole daños a la rótula del trípode.
Y lo último, la columna central

En numerosas ocasiones nos hemos visto «tentados» en elevar la columna central de nuestro trípode para ganar altura de disparo en nuestra cámara, pero amigos míos, este elemento es el menos estable del trípode. Vale que tengamos 40 centímetros más de extensión (depende del trípode), pero debemos darnos cuenta en la poca estabilidad que nos puede llegar a ofrecer este elemento tan separado de las patas del trípode.
Si os es muy necesario el extender este complemento, podéis hacerlo, pero debéis verificar previamente la total estabilidad del trípode para así evitar futuros «sustos» con vuestra cámara.
Te recomendamos: VANGUARD VEO 235AB

Si de trípodes para fotografía nos referimos, sin lugar a dudas nuestro favorito es este, el VANGUARD VEO 235AB, un trípode profesional, robusto pero ligero capaz de ofrecer a los fotógrafos más exigentes un equilibrio y estabilidad completo.
Fabricado en aluminio para garantizarte la mayor seguridad y eficacia, este trípode de VANGUARD España, es capaz de soportar hasta 6kg de peso y llegar hasta los 145cm de altura aportando en todo el recorrido de su extensión la mayor firmeza. Sus cierres incluyen un nuevo diseño para ajustar la tensión asegurando una mayor robustez para soportar cámaras hasta tipo réflex digital Pro con grip y ópticas de largo alcance.
¿Conclusión del producto? Increíble.
Y con esta información damos por finalizado este post. Esperamos que os haya resultado de interés y resuelto algunas dudas sobre el uso de vuestro trípode. ¿Se os ocurre a vosotros algún otro consejo más que se nos haya olvidado?