Desde su nacimiento en el año 1937, Canon ha imprimido a su filosofía corporativa un carácter continuista que parece haber olvidado con la presentación de la Canon EOS R. Seguramente nos encontremos ante el inicio de una nueva estrategia por parte de la firma nipona, en el que la innovación juega un papel cada vez más destacado en sus productos. CANON EOS R, hacia la perfección de la fotografía sin espejo.
La Canon EOS R es la última novedad de la firma para el mercado de la fotografía
La cámara se presenta con una nueva montura y nuevos objetivos que elevan la experiencia de uso a un nivel superior de la fotografía. Parece que la ausencia del espejo de sensor full frame, lejos de haber sido una probatura, es la línea que va a marcar el futuro de las cámaras de fotografía de la firma.
Construida alrededor del mismo sensor CMOS Dual Pixel de 30 megapíxeles que monta la EOS 5D de 2016, la EOS R es la última revolución del mercado que en Nueva Era hemos tenido la suerte de probar.
Principales especificaciones
- Sensor Full Frame CMOS de 30’3 Megapíxeles con autofocus
- Enfoque Dual Pixel CMOS AF
- Velocidad de obturación 1/8000 a 30 segundos y modo bulb
- Visor OLED con 3,69 millones de puntos
- Pantalla LCD TFT de 3,2 pulgadas
- Soporte para tarjetas de memoria SD
- 660 gramos de peso (sólo cuerpo)
- Autonomía de más de 350 disparos
- Grabación en vídeo 4K en formato MPEG-4 H.264
Hablemos de diseño
La Canon EOS R irradia elegancia con solo sacarla de la caja. Su cuerpo, fabricado en una aleación de magnesio capaz de resistir al polvo y a pequeñas salpicaduras, queda realmente bien en la mano.
Probablemente nos encontramos ante una de las cámaras más cómodas de las que nos han presentado en este 2018. El trabajo del equipo de diseño de Canon, redefiniendo por completo el diseño de la cámara queda latente desde un primer momento.
Materiales de la más alta calidad, protección contra los elementos y el mimo por los detalles son los tres factores que sitúan la EOS R en lo más alto del ranking.Es importante destacar como el equipo de diseño de Canon nos ha retado a los usuarios a desaprender todo lo aprendido con el resto de equipos de la marca para volver a educarnos bajo una nueva distribución de botones. Si bien es cierto que no es radicalmente diferente, no es menos cierto que los que estáis acostumbrados a trabajar con Canon encontraréis como los primeros días os cuesta más que de costumbre haceros con el control de la cámara. Sin embargo, es cuestión de pasar una buena cantidad de horas con ella para acostumbrarse a la nueva posición de los botones.
A modo de curiosidad, Canon ha añadido una pequeña pantalla en la parte superior de la misma que nos ofrece información muy útil relacionada con la configuración del equipo. Pese a que pensamos que en un futuro puede añadir mucha más información en esta pequeña pantalla, lo cierto es que es uno de los elementos que marcará el futuro de las cámaras de fotografía.
Hemos quedado gratamente sorprendidos por la calidad del visor. Su experiencia de uso ha quedado especialmente maximizada con el control táctil que el equipo de Canon ha añadido justo en la esquina superior derecha del visor. Su respuesta táctil es especialmente limpia y rápida llegando incluso a, en ocasiones, tener la sensación de que nos sobran los botones. Muy bien por Canon en este sentido, es una de las mejores pantallas que hemos visto en directo.
Sistema de enfoque
La compañía japonesa se jacta de haber desarrollado un enfoque capaz de disponer de hasta 5.655 puntos de enfoque automático. Una cifra en la que queda latente los enormes esfuerzos de la compañía por el desarrollo de un producto de tanta calidad.
Su sistema de autofocus es uno de los mejores con los que hemos trabajado. Ofreciendo un gran rendimiento y una capacidad de cobertura de imagen descomunal. Sus resultados son realmente buenos en prácticamente cualquier circunstancia. Sí que es cierto que, en el plano subjetivo, hubiéramos preferido una velocidad de disparo algo más rápida. Pero no cabe duda que Canon ha hecho un gran trabajo en este campo.
Si tenemos que destacar un aspecto en el que la Canon EOS R ha demostrado una superioridad sin igual es en situaciones de poca luz. Consiguiendo unos resultado muy por encima de las cámaras que se encuentran en el mismo escalón que la EOS R.
Con los 4 objetivos que Canon nos ha presentado junto a la cámara podremos abarcar prácticamente cualquier tipo de imagen: RF 24-105mm F4 L IS USM, RF 28-70mm F2 L USM, RF 50mm F1.2 L USM y el RF 35mm F1.8 MACRO IS STM.
El corazón de la Canon EOS R: Su sensor
La Canon EOS R cuenta con un sensor de 30 megapixeles
No vamos a detenernos demasiado hablando del sensor porque es demasiado parecido al de la 5D Mark IV. La Canon EOS R cuenta con un sensor de 30 megapíxeles, con el que estamos acostumbrados a conseguir unos resultados realmente espectaculares. Quizá, algo de innovación en este aspecto no hubiera estado mal.
A nivel de color, de nitidez y rendimiento, pese a todo, estamos ante uno de los mejores sensores que existen actualmente. Si tuviéramos que destacar un pero, éste sería el ruido que podemos llegar a encontrar en las fotos nocturnas, especialmente cuando subimos a 12.800 ISO
Pese a eso, en circunstancias normales no tendremos absolutamente ningún problema a la hora de sacar fotos en cualquier momento y a cualquier hora del día.
Experiencia de uso
Canon se ha enfrentado a un verdadero reto a la hora de concebir la Canon EOS R. El esfuerzo de la compañía nipona ha quedado latente en una experiencia de uso sobresaliente y una construcción y ergonomía muy por encima de la media.
La innovación parece haber llegado a la compañía en forma de cámara sin espejo, que han sabido suplir a nivel de desarrollo bajo un producto que realmente cumple extremadamente bien en cualquier circunstancia.
Lo que sí que parece claro es que la EOS R ha sentado las bases de lo que la compañía espera en un futuro. Es cuestión de tiempo ver cómo el mercado va a acoger a esta nueva evolución de la fotografía, pero lo que parece claro es que la última revolución de la tecnología ha llegado al mercado dispuesta a quedarse entre nosotros.