Sólo una pregunta… ¿disparar en RAW o en JPG?. Esa es la pregunta que se hace todo aquel que no ha tenido la suerte de experimentar todo el amplio potencial que te ofrece tomar fotografías en formato RAW, pero hoy estás en el lugar adecuado para por fin decidirte a usar este desconocido.
Te recomendamos que prestes atención y tomes nota de los datos más importantes que te haremos saber, si logras leer todo el post y comprenderlo, ¡¡hoy será un gran día para tu carrera fotográfica!!
¿Estás preparado para adentrarte en el increíble mundo RAW? ¿Si? ¡Pues vamos a ello!
¿Qué es el formato RAW?
Antes de nada deberías saber que RAW quiere decir «crudo» en inglés, por lo tanto y sabiendo esto… estamos ante unos archivos de imagen que conservan la estructura de origen intacta y sin procesar. Para que lo entiendas un poco mejor, RAW = Negativo digital.
Una fotografía tomada en formato RAW conserva todos y cada uno de los datos de la imagen, creando así un archivo con una amplia capacidad de edición posterior a su obtención.
Por ejemplo, imaginar que habéis tomado una fotografía con unos valores de exposición y balance de blancos X, pero posteriormente cambiáis de opinión y necesitáis modificar esos valores X, pues con el fichero RAW es posible modificar esos datos y no perder nada de detalle ni calidad de imagen. En cambio, si esto mismo lo quisiésemos hacer en un fichero JPG, perderíamos imagen y detalle en la imagen.
Ventajas de disparar en formato RAW
Sobra decir que todos los profesionales de la fotografía disparan en formato RAW por todas posibilidades posteriores que ofrece este formato de imagen. Ya sea en foros de fotografía, workshops, quedadas o talleres, preguntes a quién preguntes, te dirán que ellos disparan en RAW. Pasamos a comentarte las ventajas del RAW.
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Consigue mayor calidad de imagen
El formato RAW no comprime la imagen tal y como lo hace el formato JPG. Disparar en RAW es sinónimo de seguridad, sabemos con total firmeza que en cada una de las imágenes conseguiremos toda la calidad posible. Sabemos que disparar en RAW no lo es todo, hay otros factores que también aplican más o menos calidad a la imagen: tamaño de sensor, óptica, medición de la luz…
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Consigue mucho más nivel de brillo que JPG
Por si no lo sabías, el nivel de brillo en una imagen es el número de pasos que hay del negro puro al blanco en una imagen, aún más claro, la suavidad de transición de un tono a otro. En JPG se registra un total de 256 niveles de brillo, mientras que en RAW se registran 16.384 niveles. ¿Casi nada eh?
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Con RAW evitas la posterización
Cuando intentamos procesar un archivo JPG tal y como lo haríamos con un RAW sale a la luz el «efecto peine» o posterización, este efecto viene dado por la pérdida de calidad de un JPG y lo podemos apreciar en el histograma de la imagen.
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Puedes corregir fácilmente imágenes mal expuestas
¿Sabías que en un fichero RAW puedes corregir la sobreexposición o subexposición de tu fotografía y mantener toda la calidad de la imagen original? Pues así es. Esta es una de la ventaja más importante que ofrece disparar en RAW. Añade o elimina luz a tu imagen sin miedo a perder calidad en la misma. Te enseñamos un ejemplo:
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Ajustar balance de blancos al gusto
Cuando disparas en formato RAW, el balance de blancos es uno de los valores que se guarda y mantiene tal y como se tomó hasta el momento del revelado, pero este valor puedes modificarlo al gusto sin problemas. Sea cual sea el programa que uses para revelar tus fotografías, este valor puedes variarlo según tus necesidades. Te mostramos un ejemplo en Lightroom:
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Conseguir más detalle de una fotografía
El enfoque digital es algo más que podemos modificar en los RAW sin perder detalle, al contrario, aumentarlo y con muy buenos resultados de calidad, RAW 1 – JPG 0. Aquí tienes otro ejemplo:
Desventajas de disparar en formato RAW
Como todo lo bueno tiene algo de malo, en este caso ocurre lo mismo… pero lo malo te prometemos que no es tan malo. Aún así, te encantará disparar en RAW. Te comentamos algunas de las desventajas del formato RAW:
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Editar después de disparar
Las fotografías en formato RAW hay que editarlas después de ser tomadas ya que son archivos «planos», hay que darles forma (contraste, saturación, niveles, brillo, etc) para posteriormente conseguir nuestra imagen procesada en formato JPG.
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JPG mucho más rápido
Los archivos JPG a diferencia de los RAW son mucho más rápidos ya que se aplican directamente los estilos de imagen y valores configurados en la cámara de una manera comprimida, en conclusión, son imágenes de bajo tamaño con la información de imagen básica.
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El JPG, mayor compatibilidad de visualizado
Los archivos JPG se pueden abrir en la totalidad de los softwares de imagen existentes al igual que dispositivos, mientras que con el RAW, necesitarás un software específico para poder leer y visualizar el archivo.
Conclusión
Después de haber comentado qué es el formato RAW, sus puntos positivos y los puntos negativos de su uso, pasamos a daros nuestro punto de vista y la conclusión. Para nosotros, (habrá quien opine de igual o diferente manera), el formato RAW es una de las mejores herramientas de trabajo que disponemos en nuestras cámaras. En los primeros disparos usando el formato RAW, posiblemente te encuentres «perdido» o tu flujo de trabajo no sea tan rápido, pero no te preocupes, es normal (a nosotros también nos pasó). Ten en cuenta que estamos trabajando con archivos que contienen absolutamente TODA la información de tu imagen y eso se nota. Pero no tengas miedo a usar RAW, de hecho, ¿porqué no empiezas a configurar ya tu cámara en el modo?
Esperamos que este post te haya gustado y te haya resultado de ayuda para, de una vez, lanzarte a usar el formato RAW de tu cámara. Si tienes dudas, no dudes en escribirnos un comentario, te la resolveremos 🙂 ¡Hasta el siguiente post!
Fotografía de ejemplo y portada © Sergio R. de Juan – www.sergiodejuan.es